viernes, 26 de noviembre de 2010

MI HERMANO

"Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos.
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."

Ahora ya han pasado muchos años desde aquél momento tan determinante y cada uno tenemos nuestra propia vida.
Pablo dio un cambio radical yéndose a vivir a Castellón, allí fue reconocido como uno de los mejores dentistas de la comunidad valenciana, sin embargo nunca conoció a alguien que le hiciese compañía, no tuvo hijos ni tampoco el cariño que todos necesitamos.
Yo, en cambio, he compartido mi vida con la mejor mujer que habría podido conocer, tampoco tuvimos descencia, no la necesitábamos, éramos lo suficientemente felices. Vivíamos en Galicia, a una gran distancia de mi hermano, si digo la verdad, nunca le eché en falta.
El 23 de Diciembre de 1987 como todos los años, mi mujer y yo nos disponíamos a viajar hasta la casa de mis suegros para celebrar la Navidad, pero un gran infortunio en la carretera originó un accidente mortal en el que mi mujer falleció y yo quedé gravemente herido.
Muchos fueron los lloros, la pena y me quedé inmerso en un mundo de soledad y oscuridad.
Esto probablemente fue el detonante de mi vuelta a la vida con mi hermano, los dos vivimos juntos durante mucho tiempo, aunque la relación no fuese muy cercana nos compenetrábamos bien, nos sentíamos como en aquellos 9 meses en los que estuvimos juntos dentro del vientre de nuestra madre.
Hoy 18 de Abril de 2007 estoy sentado en una habitación tenue, fria y oscura en la que solo se puede encontrar una mesa, una silla, el folio en el que estoy escribiendo y una pistola con una bala.
Mi hermano ha muerto hace seis minutos debido a un paro cardíacio, y yo, después de escribir estas líneas, me suicidaré como cualquier persona habría hecho en mi caso.
Desenvuelvo la pistola del trapo que la protegía, tengo miedo, y estoy temblando, pero se que tengo que hacerlo, me dispongo a bajar el martillo del arma, y oigo el chirriante sonido del tambor, de ese rodillo que guarda las balas.
Son exactamente las 19:45, es el momento, han pasado exactamente siete minutos, los que mi hermano me robó en aquél principio y ahora el destino me los ha devuelto.

"Requiescat in pace"

2 comentarios:

  1. Buena tu aportación, aunque le pongo algunas pegas: imperdonables las dos otres faltas de ortografía: lléndose, heché; varios acentos faltan, abundan las repeticiones y sobran algunas ideas que es mejor dejar que el lector se las imagine.
    ¿Por que no lo pules un poco y le quitas 5/10 líneas? Mejoraría y cómo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, las faltas ya están corregidas, fueron un simple lapsus, porque no suelo cometerlas la verdad. El problema le veía y veo en el principio del texto, pero no se de que forma moldearle para que quede mejor.
    Se aceptan ideas de todos!

    ResponderEliminar