lunes, 29 de noviembre de 2010

El bueno de Arnaldo


Al caballero Arnaldo le gustaba comer las setas asadas con la salsa de la carne.
Todas las semanas su madre se las hacía, de una forma tan esquisita que cada vez que las comía le sabían mejor.
Un día, el bueno de Arnaldo decidió salir el mismo a por una cesta repleta de setas. Veía muchas, de muchos colores y formas, pero se quedó sorprendido al ver una con un rojo muy intenso y con unas manchas blancas color nieve, el chico recogio unas cuantas y muy ilusionado se las llevó a su madre.


MARTA FRANCO
-¡Mamá, mamá, mira lo que traigo!, exclamó Arnaldo.
La madre, sorprendida arrebató rápidamente la seta a su hijo.
-¡Trae aquí niño!, no le digas a nadie que has visto esta seta ¿eh?.
-¿Por qué mamá?, preguntó el pequeño con curiosidad.
-Porque gracias a ella vamos a hacernos ricos...

CRISTINA VICENT
Arnaldo no salia de su asombro ¿Como un simple seta les haria ricos?
Vio como su madre muy cuidadosa guardaba la seta en un paño blanco y después éste en un armario bajo llave, mandó llamar a un mensajero, le susurro algo al oido y éste partio veloz como alma que lleba el diablo...

ÁLVARO BENITO
El mensajero fue capturado por una banda de locos indígenas, que hablaban en batusi. No tenia ni la menor idea de qué iban a hacer con él, pero al ver esa olla tan grande en la que estaban echando condimentos empezó a hacerse una idea y a sudar estrepitosamente....

DEREK LEVENE
Los indígenas bailaban en torno a la olla y adoraban al Dios Tosco porque justo estaban celebrando el nacimiento de este dios y querían ofrecerle una comida en donde tenía que haber sangre humana, sangre que tomarían del mensajero. Uno de los indígenas cogió al mensajero y lo arrastró hacia la olla cuando.....

JAVIER RODRIGUEZ
Las gotas del sudor frío del mensajero recorrían su frente mientras que los indígenas hablaban entre ellos de echar más cocos al fuego. El agua tenía que estar bien caliente para que la carne del mensajero quedase tierna tierna y poder hincarla el diente sin problema. La última vez que los indígenas ofrecieron una comida al Dios Tosco dejaron la carne un poco dura y lo pasaron batante mal al hacer la digestión.

MARTA ÁLVAREZ
-Pero.. ¿que me estoy imaginándo?. Pensó Arnaldo. -ya he vuelto dejar volar mi imaginación...
el viajero estará muy lejos ya, debería pensar mejor, que intenciones tiene mamá con la seta que encontré y si piensa preguntarme que quiero hacer yo con el dinero... Yo quiero un enorme caballo blanco

viernes, 26 de noviembre de 2010

MI HERMANO

"Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos.
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."

Ahora ya han pasado muchos años desde aquél momento tan determinante y cada uno tenemos nuestra propia vida.
Pablo dio un cambio radical yéndose a vivir a Castellón, allí fue reconocido como uno de los mejores dentistas de la comunidad valenciana, sin embargo nunca conoció a alguien que le hiciese compañía, no tuvo hijos ni tampoco el cariño que todos necesitamos.
Yo, en cambio, he compartido mi vida con la mejor mujer que habría podido conocer, tampoco tuvimos descencia, no la necesitábamos, éramos lo suficientemente felices. Vivíamos en Galicia, a una gran distancia de mi hermano, si digo la verdad, nunca le eché en falta.
El 23 de Diciembre de 1987 como todos los años, mi mujer y yo nos disponíamos a viajar hasta la casa de mis suegros para celebrar la Navidad, pero un gran infortunio en la carretera originó un accidente mortal en el que mi mujer falleció y yo quedé gravemente herido.
Muchos fueron los lloros, la pena y me quedé inmerso en un mundo de soledad y oscuridad.
Esto probablemente fue el detonante de mi vuelta a la vida con mi hermano, los dos vivimos juntos durante mucho tiempo, aunque la relación no fuese muy cercana nos compenetrábamos bien, nos sentíamos como en aquellos 9 meses en los que estuvimos juntos dentro del vientre de nuestra madre.
Hoy 18 de Abril de 2007 estoy sentado en una habitación tenue, fria y oscura en la que solo se puede encontrar una mesa, una silla, el folio en el que estoy escribiendo y una pistola con una bala.
Mi hermano ha muerto hace seis minutos debido a un paro cardíacio, y yo, después de escribir estas líneas, me suicidaré como cualquier persona habría hecho en mi caso.
Desenvuelvo la pistola del trapo que la protegía, tengo miedo, y estoy temblando, pero se que tengo que hacerlo, me dispongo a bajar el martillo del arma, y oigo el chirriante sonido del tambor, de ese rodillo que guarda las balas.
Son exactamente las 19:45, es el momento, han pasado exactamente siete minutos, los que mi hermano me robó en aquél principio y ahora el destino me los ha devuelto.

"Requiescat in pace"