Al caballero Arnaldo le gustaba comer las setas asadas con la salsa de la carne.
Todas las semanas su madre se las hacía, de una forma tan esquisita que cada vez que las comía le sabían mejor.
Un día, el bueno de Arnaldo decidió salir el mismo a por una cesta repleta de setas. Veía muchas, de muchos colores y formas, pero se quedó sorprendido al ver una con un rojo muy intenso y con unas manchas blancas color nieve, el chico recogio unas cuantas y muy ilusionado se las llevó a su madre.
Todas las semanas su madre se las hacía, de una forma tan esquisita que cada vez que las comía le sabían mejor.
Un día, el bueno de Arnaldo decidió salir el mismo a por una cesta repleta de setas. Veía muchas, de muchos colores y formas, pero se quedó sorprendido al ver una con un rojo muy intenso y con unas manchas blancas color nieve, el chico recogio unas cuantas y muy ilusionado se las llevó a su madre.
MARTA FRANCO
-¡Mamá, mamá, mira lo que traigo!, exclamó Arnaldo.
La madre, sorprendida arrebató rápidamente la seta a su hijo.
-¡Trae aquí niño!, no le digas a nadie que has visto esta seta ¿eh?.
-¿Por qué mamá?, preguntó el pequeño con curiosidad.
-Porque gracias a ella vamos a hacernos ricos...
CRISTINA VICENT
Arnaldo no salia de su asombro ¿Como un simple seta les haria ricos?
Vio como su madre muy cuidadosa guardaba la seta en un paño blanco y después éste en un armario bajo llave, mandó llamar a un mensajero, le susurro algo al oido y éste partio veloz como alma que lleba el diablo...
ÁLVARO BENITO
El mensajero fue capturado por una banda de locos indígenas, que hablaban en batusi. No tenia ni la menor idea de qué iban a hacer con él, pero al ver esa olla tan grande en la que estaban echando condimentos empezó a hacerse una idea y a sudar estrepitosamente....
DEREK LEVENE
Los indígenas bailaban en torno a la olla y adoraban al Dios Tosco porque justo estaban celebrando el nacimiento de este dios y querían ofrecerle una comida en donde tenía que haber sangre humana, sangre que tomarían del mensajero. Uno de los indígenas cogió al mensajero y lo arrastró hacia la olla cuando.....
JAVIER RODRIGUEZ
Las gotas del sudor frío del mensajero recorrían su frente mientras que los indígenas hablaban entre ellos de echar más cocos al fuego. El agua tenía que estar bien caliente para que la carne del mensajero quedase tierna tierna y poder hincarla el diente sin problema. La última vez que los indígenas ofrecieron una comida al Dios Tosco dejaron la carne un poco dura y lo pasaron batante mal al hacer la digestión.
MARTA ÁLVAREZ
-¡Mamá, mamá, mira lo que traigo!, exclamó Arnaldo.
La madre, sorprendida arrebató rápidamente la seta a su hijo.
-¡Trae aquí niño!, no le digas a nadie que has visto esta seta ¿eh?.
-¿Por qué mamá?, preguntó el pequeño con curiosidad.
-Porque gracias a ella vamos a hacernos ricos...
CRISTINA VICENT
Arnaldo no salia de su asombro ¿Como un simple seta les haria ricos?
Vio como su madre muy cuidadosa guardaba la seta en un paño blanco y después éste en un armario bajo llave, mandó llamar a un mensajero, le susurro algo al oido y éste partio veloz como alma que lleba el diablo...
ÁLVARO BENITO
El mensajero fue capturado por una banda de locos indígenas, que hablaban en batusi. No tenia ni la menor idea de qué iban a hacer con él, pero al ver esa olla tan grande en la que estaban echando condimentos empezó a hacerse una idea y a sudar estrepitosamente....
DEREK LEVENE
Los indígenas bailaban en torno a la olla y adoraban al Dios Tosco porque justo estaban celebrando el nacimiento de este dios y querían ofrecerle una comida en donde tenía que haber sangre humana, sangre que tomarían del mensajero. Uno de los indígenas cogió al mensajero y lo arrastró hacia la olla cuando.....
JAVIER RODRIGUEZ
Las gotas del sudor frío del mensajero recorrían su frente mientras que los indígenas hablaban entre ellos de echar más cocos al fuego. El agua tenía que estar bien caliente para que la carne del mensajero quedase tierna tierna y poder hincarla el diente sin problema. La última vez que los indígenas ofrecieron una comida al Dios Tosco dejaron la carne un poco dura y lo pasaron batante mal al hacer la digestión.
MARTA ÁLVAREZ
-Pero.. ¿que me estoy imaginándo?. Pensó Arnaldo. -ya he vuelto dejar volar mi imaginación...
el viajero estará muy lejos ya, debería pensar mejor, que intenciones tiene mamá con la seta que encontré y si piensa preguntarme que quiero hacer yo con el dinero... Yo quiero un enorme caballo blanco
el viajero estará muy lejos ya, debería pensar mejor, que intenciones tiene mamá con la seta que encontré y si piensa preguntarme que quiero hacer yo con el dinero... Yo quiero un enorme caballo blanco